domingo, 17 de julio de 2016

Mi verano de becario I

Primera parte: Del mundo académico al mundo laboral

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Como la cosa politiquera está más bien paradilla con Pedro Sánchez y Andrea Levy en el FIB y con Felipe González atrapado en la puerta giratoria esa de la que no sale desde los noventa, voy a escribir un poco sobre mi experiencia como becario en Aragón Radio. No preocuparse, si sale mal solo estaré unas semanas dando el coñazo mientras disfrutáis de las playas de Peñíscola y Salou con un mojito en la mano… Empiezo a replantearme muchas cosas.

En mi familia los veranos se han dividido históricamente entre aquellos en los que hay que ahorrar un poco y los que hay que ahorrar y punto. Este es de los segundos y, como tampoco tengo la fuerza de voluntad suficiente como para pasarme casi tres meses dormitando en el sofá y jugando al Far Cry Primal, decidí buscarme unas prácticas en alguno de los medios de comunicación de Zaragoza

Para quien no conozca la ciudad, decirle que es grande, pero tampoco es precisamente una metrópolis. Así por encima, hay tres canales de televisión (TVE, Aragón Televisión y ZTV), cinco grandes cadenas de radio (SER, Onda Cero, Cope, RNE, y Aragón Radio), dos periódicos en papel (Heraldo de Aragón y El Periódico de Aragón), tres agencias de noticias (EFE, Europa Press y Aragón Press) y algún medio digital como El Diario Aragón o Aragón Digital. 

Parecen bastantes, pero ya sea por la situación económica o por lo poco abultado que —de momento— está mi currículum (más bien será por lo segundo) solo me ofrecieron trabajar en dos de ellos: El Periódico de Aragón y Aragón Radio. 

Me acabé decidiendo por la radio por una razón: me prometieron que iba a salir con la unidad móvil *babas* y que iba a poder proponer mis propios temas *más babas*.

Y después de esta mini introducción de cuatro párrafos, voy con lo que realmente quería escribir: los consejos que todo becario estudiante en prácticas debe seguir cuando empieza a trabajar en una empresa.

Consejos que todo becario estudiante en prácticas debe seguir cuando empieza a trabajar en una empresa

1. Tranquilidad
El primer día te van a inundar el cerebro con tareas que hay que hacer (“que hay que hacer”, en infinitivo, no significa que las vayas a hacer todas tú), normas, procedimientos, rutinas… Aún si intentan no agobiarte, te vas a agobiar. Y es lo lógico, por otro lado. Solo vas a estar unos meses y tienes que aprender a ser un miembro más del equipo muy rápidamente.

Mi consejo es el que te daría Mariano Rajoy

"No corras, camina rápido."

Se llega más lejos y en mejor estado. Asiente a todo, ya lo irás asimilando poco a poco. Y, sobre todo,  pregunta todas las dudas que tengas. Todos han sido estudiantes alguna vez y, ya solo por la nostalgia que les evoca el hecho de que tengas veinte años menos que ellos, te van a ayudar.

2. Memento mori
Recuerda que vas a morir. Laboralmente hablando, claro. No tienes un puesto de trabajo que conservar ni una familia a la que alimentar, así que no tengas miedo a equivocarte. No se va a hundir el mundo.

Por otra parte, tampoco tienes que ganarte el respeto ni la simpatía de nadie, y eso es un gran alivio que, paradójicamente, te llevará a ser más natural y a caer bien entre los compañeros. 

Si necesitas que alguien te enseñe a realizar una cosa concreta, pídeselo. No le vas a caer mal por ello pero, aunque así fuera, es muy probable que no vuelvas a ver a esa persona. ¿Qué tienes que perder?

PAUSA

Para cuando aprendí estas dos lecciones, me di cuenta de una cosa: ya no estaba en la Universidad. Ese maravilloso sitio en el que te saltas una clase (o varias) para ir a la cafetería y no pasa nada; en el que te retrasas en la entrega de un trabajo y, con un poco de súplica de por medio, te dan unos días más de plazo. Y eso se nota.

En mi caso, nunca había estado en el ambiente laboral y el cambio ha sido grande. En primer lugar, el ritmo es mucho más rápido. Esto dependerá mucho del trabajo, por supuesto, pero no es comparable a tener cinco asignaturas cada cuatrimestre. 

Por otro lado, en el mundo laboral la gente está preocupada por cosas hasta ahora inexistentes en mi vida, como la productividad, los objetivos o los temibles “cambios” que realizan los directivos. 

Esos cambios que realizan sobre el papel y buscan mejorar los resultados, se traducen en gente que debe cambiar de horario, que cobra menos, que trabaja más o que pierde el empleo. 

Esto puede asustar un poco al principio, pero más vale acostumbrarnos o sufriremos más de lo necesario cuando nos despidan —y siempre vamos a perder un empleo o más—.

FIN DE LA PAUSA


A lo tonto solo he dado dos consejos, pero son muy buenos. A mí me han ayudado mucho en esta primera etapa de mi trabajo como estudiante en prácticas y espero que a vosotros y a vosotras también. Voy a parar aquí, que a lo tonto me estoy alargando mucho. ¿Qué consejos le darías tú a un becario?

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