- La legislatura termina y comienza la precampaña
Esta es la décima vez que se disuelve el Congreso de los Diputados. Es el primer paso hacia las siguientes elecciones generales. Sin embargo, ¿no tenemos la sensación de que nos encontramos
ante una situación completamente diferente? ¿No percibimos que la política ha
cambiado en estos últimos cuatro años?
Lo que empezó
como una crisis económica derivó en una crisis institucional y en otra
política. Aún no hemos sido capaces de resolver ninguna de ellas. Porque aún tenemos
un paro desbordado –26.807 personas perdieron su empleo enseptiembre–, unos escandalosos
casos de corrupción que golpean al bipartidismo y una confianza agotada en el
sistema –según Reuters, el 72% de los españoles quiere cambiar laConstitución–. Es en este escenario en el que se celebrarán
unas elecciones diferentes. Diferentes por estas razones:
1. Ya no habrá mayorías absolutas
Eso terminó. La
política del rodillo por la que un
Gobierno puede hacer lo que le venga en gana porque su partido tiene mayoría
absoluta en las cámaras ha muerto. En un sistema de cuatro partidos, nadie vence
y nadie es derrotado. Solo podrá gobernar el menos odiado, es decir, el que sea
capaz de llegar a acuerdos con el resto.
2. Habrá
que hacer pactos
Y no estamos
acostumbrados a ello. Lo más parecido a verdaderos pactos postelectorales al
estilo de Dinamarca, donde las coaliciones son de hasta cinco partidos, fueron
los pactos del Majestic que hicieron a Aznar presidente
en 1996. Pero la situación en 2015 es diferente. Nadie quiere pactar con nadie
y solo Ciudadanos parece capaz de coaligarse con más de un partido. En un
Parlamento fragmentado, la gobernabilidad será algo muy difícil de alcanzar.
3. Podrá
ganar otro partido que no sea ni el PP ni el PSOE
Y es que ahora
mismo a las encuestas no les gusta el morado o el naranja, pero no debemos
olvidar que, hasta el mes de Mayo, Metroscopia preveía que Podemos sería el
partido más votado en unas elecciones generales. Por otra parte, Ciudadanos se
beneficia de su resultado en las elecciones catalanas y parte con ventaja para
estos últimos meses de 2015.
Con estas
expectativas, un escaño más o un escaño menos va a ser vital para todos los
partidos. Por primera vez, que la número dos de la lista por Zamora o el número
tres por Palencia salga electo o no determinará quién será el próximo
presidente del Gobierno. Veremos zarpazos y dentelladas, misteriosas
filtraciones y vídeos electorales por doquier. Y no solo durante la campaña
electoral. Esta carrera ya ha comenzado.
5. ¿Cómo
se comportará la ley electoral?
Nuestro sistema
para elegir a sus señorías se diseñó en un momento muy concreto: la Transición.
Para los protagonistas de este momento histórico, el país necesitaba
estabilidad. Eso se lograría con, por un lado, dos partidos políticos fuertes
que se alternasen el poder y, por el otro, otorgando poder a los nacionalismos.
Esta es la razón por la que partidos nacionalistas como CIU o el PNV obtienen
muchos más escaños que UPyD o IU con muchos menos votos. Sin embargo, en un
escenario en el que los votos de la mayoría de los españoles se distribuyan
entre cuatro partidos, ¿cómo se comportará nuestra ley electoral? ¿Se obtendrán
más escaños con menos votos? Es una incógnita, este escenario es inédito
en nuestra democracia. Estamos en el camino hacia una nueva democracia.
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