martes, 26 de abril de 2016

Cuando el periodista quiere mover los hilos

¿Qué busca un periodista cuando funda un periódico o cuando le nombran director de uno? ¿Dinero? ¿Respeto? ¿Poder? Un poco de todo, sí. Pero soy idealista y me gusta pensar que lo que realmente busca es más puro: sacar a la luz lo que otros preferirían que permaneciese oculto. Y cuando esos otros tienen poder, tú necesitas poder también para enfrentarte a ellos. 

¿Y qué ocurre cuando mantienes ese poder durante mucho tiempo? Te consume. Te quema y ardes en llamas por su culpa. Dejas de ser el mismo y te conviertes en un adicto. Un adicto a contemplar cómo destrozas carreras brillantes con una portada. Un adicto a levantar y hundir empresas del Ibex 35. Un periódico importante —y a veces, ni siquiera es necesario que sea importante— es una herramienta muy poderosa que puede lograr eso y mucho más. 
Fuente: wordpress

Vamos un paso más allá. ¿Qué ocurre cuando atacan al que tiene esa herramienta? Que, por supuesto, la emplea para defenderse. Natural. Juan Luís Cebrián es presidente ejecutivo de El País, el periódico más importante de España, y consejero delegado del grupo PRISA, que también es propietario de Cadena SER o Radio Caracol. Y hoy PRISA anuncia que emprende acciones legales contra laSexta, El Confidencial y eldiario.es por vincularle con los Papeles de Panamá. Primero, mediante su exmujer y, después, mediante la fundación de la que es miembro, Atman.

En ningún momento laSexta o El Confidencial acusan a Cebrián de aparecer en los papeles. Tan solo reflejan que su exmujer sí está y que el presidente de la fundación Atman, también. Pero claro, alguien con poder como él no va a permitir que haya atisbo de duda sobre su persona. Y para ello ha empleado el poder jurídico de PRISA para demandar a estos tres medios y la plataforma de la radio más escuchada y el periódico más leído para difundirlo.

A mí en la facultad me han enseñado que en la portada de un periódico debe aparecer lo más importante para el lector, lo que le interese realmente. Yo no creo que los tejemanejes judiciales de PRISA interesen mucho a los lectores de El País, pero es cierto que yo disfruto de una posición muy cómoda, escribiendo en un pequeñísimo blog que me da total libertad, y que no dispongo del criterio profesional de un académico de la RAE como Cebrián. 

Pero, ¿cuál ha sido el criterio de El País últimamente para cubrir sus portadas? Tomemos un ejemplo reciente: la dimisión del ministro Soria por su aparición en los papeles de Panamá y sus múltiples excusas inconexas. Esta información fue publicada un martes y el ministro dimitió un viernes. ¿Cuál fue la cobertura de este escándalo en la portada de El País? Un titular el martes, nada el miércoles, nada el jueves y el titular principal (sin foto) el viernes. Tan solo La Vanguardia realiza una cobertura ligeramente menor —excluyendo a ABC, cuyas portadas son monotemáticas—.

¿Quién debería tener el poder político de un periódico? Los trabajadores, por supuesto. Los periodistas que están acudiendo a tres ruedas de prensa por día, los que se dedican a redactar breves y los que se entrevistan con grandes políticos, todos ellos por igual. Esta es la teoría. Pero cuando estás amarrado a la teta del poder, es muy difícil desprenderse de ella.


Un último apunte: la publicación en El País no está firmada —a pesar de no ser un editorial, según su página web— y es mayor que la primera información sobre la aparición de Soria en los Papeles de Panamá.

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