martes, 8 de septiembre de 2015

"Obliga"

  • Polémica portada de El País con respecto a la crisis de los refugiados

"La crisis de los refugiados obliga a planear bombardeos en Siria". Ese es el titular de hoy de El País. En portada. La portada más leída de toda la nación, la del periódico español más conocido en todo el mundo. "El periódico global", según su eslogan.

En un periódico, como en el cualquier otro soporte en el que se practique el periodismo, debe haber dos partes diferenciadas: la información y la opinión. El propio libro de estilo de El País, la biblia que deben seguir todos los periodistas que trabajen en dicho medio, dice: "La información y la opinión estarán claramente diferenciadas entre sí". Deben tener diferentes secciones, tipografía, lugar, estilo... Vamos, lo más claro posible para que nadie confunda lo uno con lo otro, la información con la opinión.

¿Por qué la mayoría de los periódicos se encuentran en terribles situaciones financieras? ¿Es por su pertenencia a grupos empresariales que buscan beneficio rápido? Sí. ¿Es por la falta de credibilidad que los propios periodistas nos hemos buscado? También. Hemos cometido muchos errores. La famosa portada de alguien parecido a Hugo Chávez entubado y cerca de la muerte, la difusión de un supuesto accidente aéreo en el mar por un tweet del 112 que no resultó ser más que un barco, la portada de ABC mostrando a un hombre que resultó ser inocente como un sádico asesino de mirada malévola... 

Pero no solo los errores son los causantes de nuestra desgracia. ¿Cómo vamos a confiar en aquellos periodistas que cada sábado por la noche se encierran en su trinchera y disparan bombazos a la trinchera contraria? ¿Y si ese periodista tiene que informar sobre la corrupción del partido al que defiende todas las semanas? Dará igual que lo haga bien o no, porque nadie creerá esa información —por haberla mezclado con la opinión—. 

Sin dinero y sin confianza. ¿Cuál es el recurso que utiliza El País en esta situación? ¿La herramienta que puede sacarles del agujero en el que se encuentran? Parece que alinearse con sus dueños (a.k.a. Banco Santander y Gobierno de España mediante la publicidad institucional), agachar la cabeza y obedecer. Sin atreverse a levantarse y a enfrentarse a la realidad y a las deudas con el rigor y la profesionalidad. Han preferido la cobertura económica que le ofrecen estas instituciones y empresas a los lectores, a vosotros. Han cambiado de bando, porque el periodista siempre debe caminar junto a la ciudadanía, a los desfavorecidos, nunca con las élite. Porque el periodismo es un contrapoder, no un poder —y siempre debe dar igual qué color tenga este—.


"La crisis de los refugiados obliga a planear bombardeos en Siria". Como si la señora Crisis, de apellido De los refugiados, hubiera maniatado a nuestros dirigentes para bombardear Siria. ¿Y los sirios muertos en la guerra? ¿Y las personas quemadas, apaleadas, torturadas y asesinadas por el Estado Islámico? Ellos no obligaron a bombardear nada, puede que porque los periodistas no luchamos lo suficiente. Y eso ya no lo podremos cambiar nunca.

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