martes, 1 de marzo de 2016

¿Lehendakari Otegi?

Vaya por delante: me repugna el terrorismo vasco. Me repugna cualquier forma de violencia. Todas sin excepción.

¿Arnaldo Otegi tiene derecho a ser candidato a lehendakari? Otegi fue un terrorista, un miembro de la banda ETA. Fue sospechoso de intentar secuestrar a diputados de UCD. Fue condenado a seis años de cárcel por otro secuestro. Volvió a ser condenado por injurias al rey. Abonó dos fianzas para evadir la cárcel. Volvió a ingresar en prisión por enaltecimiento del terrorismo y, por última vez, regresó a la cárcel en 2009 por intentar reconstruir Batasuna, un partido ilegalizado por su relación con ETA.

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En ese mismo año, Otegi apareció en el programa Salvados y, a pesar de la insistencia de Jordi Évole, evitó condenar la violencia de la banda. Sin embargo, tres años después, se publica el libro El tiempo de las luces, en el que el periodista Fermín Munarriz entrevista al líder abertzale. En esta obra, las ideas de Otegi cambian: se muestra partidario de la “disolución de las estructuras militares de ETA” y pide perdón a las víctimas.

De esta manera, Arnaldo ha conseguido que personalidades como Alberto Garzón, Julio Anguita, Miguel Urbán o incluso José Mújica firmen un manifiesto por su liberación que, finalmente, ha llegado hoy. Unas doscientas personas han acudido a la cárcel de Logroño para vitorearle y esta tarde recibirá un homenaje en Elgoibar, su ciudad natal. 

Pero el primer acto importante de la nueva vida de Otegi tendrá lugar el 5 de marzo en Anoeta, donde dará un mitin que supondría el inicio de su carrera hacia la lehendakartiza si no fuera por su gran obstáculo: está inhabilitado para ejercer cualquier cargo público hasta el año 2021.

Bildu, el partido que ha conseguido aglutinar a la izquierda abertzale, está buscando recovecos en esta inhabilitación que permitan presentar a Otegi como candidato a Presidente vasco. Es lógico, ya que Podemos le ha adelantado en las elecciones que hemos pasado y lucha en el mismo espectro ideológico. Este competidor y el descenso del independentismo en la región colocan al partido en sus horas más bajas. Algo que un candidato carismático y hábil en la política como Otegi podría solucionar.

Si la condena de Otegi termina hoy, ¿por qué seguimos privando su libertad durante cinco años? ¿Tenemos miedo de que alcance la Presidencia? Desde una visión ética, la justicia es ciega: si un hombre ha cumplido su pena, ha cumplido su pena. El resto son vendettas. Desde una visión estratégica, impedirle que se presente le dará votos, más que los que tendría un partido de izquierda radical independentista, y tendremos otro foco de inestabilidad en el país.


Todo dependerá de lo que ocurra en Anoeta. Con decenas de medios de comunicación enfrente, Otegi tendrá su oportunidad para pedir perdón a las víctimas, condenar el terrosimo y pedir la disolución de ETA, de manera clara y mediática. Y nosotros tendremos la oportunidad de hacer lo correcto y permitirle participar.

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