domingo, 20 de diciembre de 2015

La diferencia entre ganar y vencer

@sanchezcastejon

Las cosas, como son. El PSOE ha soportado la presión de los dos partidos emergentes que le atacaban por la derecha y por la izquierda y ha logrado superar en unos 300.000 votos a Podemos. Se temía qué podía pasar si Podemos era segunda fuerza en votos pero tercera en escaños. ¿Quién sería el presidente? Esa duda ya no tendrá que ser resuelta porque los socialistas han luchado contra las encuestas y se han mantenido en la segunda posición.

Pero eso no significa que Pedro Sánchez vaya a ser el próximo Presidente del Gobierno, al menos no en el corto plazo. Es la primera vez en nuestra historia que nos levantamos sin saber quién va a vivir en La Moncloa. 

Porque la caída del bipartidismo –que apenas ha alcanzado el 50% de los votos– tiene una parte muy buena: la pluralidad va a llegar a la política de nuestro país, los pactos serán necesarios y se abren posibilidades como que el Parlamento controle de una manera eficiente al Ejecutivo y que, incluso, le plantee una moción de censura en caso de que sea necesario.

Pero no nos engañemos, también hay desventajas. ¿Quién será capaz de formar Gobierno? Y mientras duren la negociaciones, ¿quién controla el país? ¿Cuánto tiempo podemos estar con un Gobierno en funciones?

Sánchez es, en teoría, el que está mejor posicionado para capitanear España durante la próxima legislatura. La suma PSOE y Podemos alcanza los 159 escaños con los que, aún necesitando a uno o dos partidos más, podrían gobernar mediante la geometría variable. Como lo hizo Zapatero. Pactando cada ley para que pase el corte del Congreso de los Diputados. 

Sin embargo, Podemos no está formado solo por el partido morado. Compromís, Barcelona En Comú y las mareas gallegas han aportado una gran parte de los diputados que han encumbrado a la izquierda a la tercera posición. ¿Querrán ellos al líder socialista como Presidente? Es más, ¿querrán los socialistas gobernar a cambio de ser apoyados por los 'populistas'?

Al otro lado del tablero electoral, un pacto PP-Ciudadanos alcanzaría los 163 escaños. Son más que los del bloque contrario pero, ¿con quién puede pactar el PP? Durante estos últimos cuatro años se ha estado ganando enemigos por todas partes. Ha aprobado leyes sin consensuarlas con la oposición y ha despreciado al parlamentarismo. Tan solo los nacionalistas moderados como el PNV o incluso Coalición Canaria podrían apuntarse, pero Ciudadanos es el ariete principal contra los nacionalismos.


Es responsabilidad del líder socialista erigirse como el político capaz de aunar a varios partidos si quiere ser el próximo Presidente del Gobierno en un sistema fragmentado y con unos votantes mucho más observadores y críticos que anteriormente. Pedro Sánchez ha logrado ganar, pero aún no ha vencido.

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