lunes, 30 de noviembre de 2015

Radicales pero coherentes


  • La asamblea de la CUP vota no investir a Mas como President


naciodigital.com

La CUP es un partido anómalo en nuestro sistema. Son anticapitalistas en un país capitalista. Son antisistema y la reconocen. No les importa que se amenace con que una Cataluña independiente saldría de la Unión Europea porque quieren salir de la Unión Europea. Todo esto es extraño en nuestro sistema. Pero la CUP tiene una característica aún más rara. Algo que muy pocos partidos tienen. La CUP tiene coherencia.

Cuando el resultado de las elecciones autonómicas del 27 de septiembre determinó que Artur Mas necesitaría pactar para repetir como President de la Generalitat, parecía claro que los 'cuperos' le darían su apoyo. Porque eso es lo normal en nuestra política. Voy a romper mis promesas, sí, pero lo voy a hacer por un bien mayor. Han pasado dos meses y Mas sigue sin poder sentarse en el trono. 


"No pactaré con el populismo", dijo Pedro Sánchez cuando le preguntaban si se aliaría con Podemos para gobernar. Pero a la hora de la verdad, a la hora de las elecciones, Podemos ha dejado de ser populista y, por tanto ya se puede pactar con él. Sigue siendo populista para ganar elecciones, ojo, pero para pactar sí, para eso no hay ningún problema.


La CUP no funciona así. El partido que quiere destruir el sistema en el que vivimos es, precisamente, el que cumple sus promesas. En sus estatutos se recoge que los diputados electos no pueden repetir más de una legislatura en el cargo y David Fernández, a pesar de su carisma, no se ha vuelto a presentar. Podrían haber argumentado que es el mejor candidato para ganar y que eso, ganar, es lo único que importa y lo que justifica traicionar sus principios. Podemos style. Pero la CUP no lo ha hecho.


Aunque esto de ser coherente sale caro. El Gobierno de Cataluña lleva atascado desde septiembre y, a lo tonto, Artur Mas aún es President (en funciones). La última propuesta de Junts pel Sí fue colocar a cuatro presidentes: tres de mentirijilla y uno de verdad: Mas, por supuesto. Parece que la CUP ha dicho que no a esta extravagancia. Igual que a las anteriores golosinas que les han propuesto los convergentes. A todas se ha negado menos a una: repetir elecciones.


Normal, porque la última encuesta post 27S colocaba a los cuperos en tercer lugar, gracias en parte a las negociaciones que están llevando con Junts pel Sí. El porcentaje de votantes catalanes a favor de la independencia sería de un 50,9%, aún insuficiente debido al margen de error de las encuestas. Pero claro, a la hora de negociar no es lo mismo ser el tercero que el cuarto o el quinto. ¿De verdad Mas quiere repetir elecciones? Si es así, aún no se ha dado cuenta de que su cabeza ya ha rodado. 

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